Continuamente estamos viendo en los medios de comunicación como diferentes empresas, tanto pequeñas como grandes, aprovechan o se ven obligadas a realizar regulaciones de empleo, o mejor dicho despidos.
El grupo alemán Bosch pactó con los sindicatos la salida de 273 trabajadores en estos 3 años de las líneas de producción de sistemas electrónicos de frenado de las plantas de Llicá d´Amunt, en Barcelona y Pamplona.
El sector de componentes de automoción perdió en 2003 un total de 3000 empleos solo en Cataluña a causa de la presión competitiva de los países del Este,esto fue hace 6 años,cuando era época de explendor economico.
No es solamente el sector de la automoción el que sufre este mal mayor, ni siquiera España la única afectada. En el 2003 varios Bancos internacionales programaban la despedida de miles de empleados, tanto en América como en Europa, de los que personalmente llegué a saber de algunas personas en el Reino Unido.
Grandes empresas con miles, cientos, e incluso con tan solo decenas de empleados se ven sometidas a grandes presiones en el mercado, y una de las soluciones más comunes es la del despido por obvias razones económicas. Sin embargo, las empresas tienen dos grandes alternativas de estos tiempos modernos que sin duda serán dos grandes opciones de mejora del ambiente laboral, mejorando el absentismo, logrando un rendimiento mayor. Y no estoy hablando de echar más horas, sino de ser más eficaz en el tiempo ya establecido, creando un ambiente donde las mismas personas se sientan responsable de lo que ocurre en su empresa, y con ello hacer que se ajusten los machos, por supuesto el de todos, y no tan solo el de unos pocos, de los que componen la empresa.
Esos tiempos no están lejos, de hecho ya hay ejemplos, como Semco en Brasil que sus propios empleados llegaban a fijar su salario en base a unos parámetros de mutuo acuerdo entre directiva y empleados.
Todo esto, se logra a través de crear un ambiente “Coaching y liderazgo” donde los equipos de directivos e individuos con responsabilidades únicas toman conciencia de los elementos que afectan a la empresa y a su propio entorno, y con ello adquieren responsabilidades como personas, más que nuevas tareas.
Claro que para ello, lo primero es adquirir, repito adquirir, o sea que se puede entrenar, ciertas habilidades de comunicación, de inteligencia emocional, de auto-creencia y auto-gestión entre otras. Y con ello crear un “ambiente coaching”, lo que salvaría a muchas empresas de llegar a medidas tan drásticas como las de dejar a cientos y a veces miles de personas sin un salario vital para que sus familias coman y puedan educar a sus hijos.
Todo eso lleva un tiempo, y solo cuando la crisis llama a la puerta entonces, es demasiado tarde para crear una cultura de coaching y liderazgo, aunque las empresas exigen milagros para ello, olvidándose que una cultura de responsabilidad y auto-gestión se logra a base de formación y tiempo, como en una familia se educa a los hijos en lugar de esperar que nada más cumplir los 14 años o los 18 años el joven, pegue un gran cambio.
A Ricardo Semler de Semco en Brasil, le llevo más de 10 años. Pero lo logró, y fue un modelo mundial.
La segunda opción, llegado el caso extremo de tener que despedir al personal es la de facilitarles un proceso de coaching para:
- Evitar el enorme shock que van a sufrir al quedarse sin su trabajo, en muchos casos de muchos años en el.
- Lograr afrontar el cambio como una oportunidad, en lugar de cómo una crisis.
(Crisis en chino significa: Oportunidad peligrosa. Pero para ello uno debe de prepararse)
- Lograr, por parte del trabajador, identificar todas sus habilidades y recursos que le servirán para reinsertarse de nuevo en un puesto de trabajo o tomando su propia iniciativa.
- Auto-motivarse a través del Coaching, pues con un buen coach, puede llegar incluso a crear un mundo incluso mejor de lo que tenia para si mismo y los suyos.
Todo esto, no es hacer psicoterapia, como algunas empresas han empleado. El coaching es diferente, pues invita a la acción de quien vive un proceso de coaching. Y a través de la acción, uno consigue logros, y a través de los logros uno, no solamente sale de situaciones en principio difíciles sino que, alcanza incluso metas más altas y con ello incluso favorecer a la propia empresa, ya que podría convertirse en un cliente o proveedor de la empresa de un gran valor para la misma en lugar de salir resentido de ella.
Todo esto, una vez más, lleva un tiempo no tanto como crear una cultura, pero si un mínimo de unos 4-6 meses antes de dejar en la calle a personas con necesidades que cubrir.
Todo ello se puede plantear desde un ganar-ganar-ganar (empresa-empleado-sociedad) Pues la empresa pone a disposición del empleado recursos, que bien podrían ser parte de la compensación que se destina a su despido. Esto es una inversión, pues con ello puede ganar un aliado, más que un enemigo al perder a una persona.
El empleado, gana muchos de los puntos mencionados arriba, lo que le abrirá otras puertas, y antes de lo esperado posiblemente, y sobre todo emocionalmente tanto la persona en si como su familia manejaran la situación con el menor dolor posible.
La sociedad, también gana, pues en lugar de tener a una persona, tipo parasito que se come los recursos del país, incluso los recursos propios de la persona, ve como dicha persona aprovecha al máximo la situación que se le presenta y podría llegar a reincorporarse a otro puesto de trabajo en un menor y corto espacio de tiempo, lo que no solo ahorraría millones al Estado, sino que incluso esta persona es un gran potencial de generador de ingresos para el estado, pues de sobra es sabido que cuando una persona está en crisis y tiene necesidades básicas que cubrir (como el comer, el ofrecer bienestar, un techo, a sus seres queridos y seguridad) es precisamente cuando uno saca lo mejor de si mismo y es capaz de sus mejores logros, pero eso si, siempre que se sepan canalizar bien las situaciones y recursos del momento.
¿Cómo canalizar todo esto? A través del Coaching. Pero eso si, ¡Cuidado! Muchos consultores están ofreciendo sus servicios como coach. Cerciórese de cual es la formación específica como tal, y cual es su experiencia como Coach. No acepte que le digan que se formó en otras habilidades que posiblemente ellos mismos confunden con el Coaching por falta de un conocimiento real del tema. No acepte que le digan que ofrecen coaching tan solo o por muchos años, sino a quien y con quien han trabajado ellos mismos como coach: Pida referencias de personas que ha recibido coaching, no de las empresas. Muchos dicen que han hecho coaching a ciertas empresas, cuando en realidad lo que han hecho es formación, análisis de competencias, asesoramiento, establecimiento de estrategias o pautas a seguir por la empresa, trabajos de integración o motivación de equipos, etc. El Coaching es siempre un proceso entre Coach-Cliente (El trabajador en el caso de las empresas) donde debe de haber unas pautas conocidas por coaches profesionales, como es una relación de alianza, conversaciones periódicas, etc. Muchos venden el coaching con procesos que no tienen nada que ver con lo que estamos hablando aquí.
Ahora usted tiene la palabra, y si tiene el poder de decisión, o conoce a quien lo tiene, entonces investigue más sobre este recurso que puede aportar enormemente tanto a individuos como a empresas.
El despido del personal y el Coaching para la reinserción de puestos de trabajo
jueves, 15 de octubre de 2009
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