Archive for diciembre 2009

How Coaching Works?

Soy etico o tengo etica


Desde hace unos meses formo parte de la comisión de Ética de la ICF España, y recién acabo de ser confirmado como miembro de la ICF Mundo en la Comisión de Ética y Estándares para el 2010.
Mi padre era de los de entonces, como muchos otros y en gran parte debido a los tiempos que le tocó vivir, con un marcado carácter donde la ética y los valores predominaban sobre el día a día. Si algo se cruzaba en el camino, echaban mano a su bolsillo de valores, y ahí encontraban la respuesta, o al otro bolsillo de ética, y con uno u otro, tenían claro que elección tomar en la vida. El desafío con esa manera de operar, es que lo hacían también con gran dosis de orgullo, y que cuando tenían que sopesar una situación que les creaba contradicción interna, el orgullo salía a relucir y el daño que se infringían a sí mismos era tan grande o más que el que infringían a sus herederos.
Hoy, a mis 46 años de edad, echo la vista atrás y miro como el que mira una foto que le hace sentir cosas, pero sabe que son del pasado, y aun así esos sentimientos nos tocan en heridas del presente que creíamos ya curadas. Está ética y valores que rigurosamente heredé tanto del pasado histórico como de mis padres.
Veo también, cómo algunos valores se han transformado en el tiempo, o cuanto menos han bajado en la escala de prioridades de la mayoría. Al fin y al cabo, la mayoría son los que marcan los valores de una época de una comunidad. Sin embargo, me guste o no, tengo una herencia, diluida en el tiempo que vivo y transmito.
Quizás esa parte mía de intentar ser justo, heredara de unos padres que intentaban ser ecuánimes con todos sus 13 hijos, es la que mi hizo ser arbitro de baloncesto, y quizás esa parte de respetar a las personas es la que me hace enfrentarme a veces con aquellos que no respetan a otros. Quizás al recibir una bofetada cada vez que me pillaban en una mentira, es lo que ahora hace que me sienta mal cuando detecto mentiras de otros. Quizás esa parte mía de aceptar la responsabilidad de lo que me pasa, es la que hace que me cueste aceptar con dificultades a quienes intentan hacerme responsable de sus desdichas, quizás esa parte mía de valorar lo que obtienes con esfuerzo, es lo que me hace mirar mal a quienes obtienen algo aprovechándose de otros. Quizás la ética la pronunciamos de puertas para afuera, pero negociamos con nuestros valores de puertas para adentro, y así no discutir con nadie, claudicando nuestros valores, o es para ganar más dinero? Como si esto justificara el olvido de un valor y de la ética, de la que entonces solo nos acordamos cuando otros nos hacen lo que nosotros debimos haber evitado hacer?
No sé si soy ético o tengo ética. Solo sé que en mis imperfecciones también sufro cuando me doy cuenta que quizás no fui o no practiqué algo con tanta ética. Como si esta se pudiera pesar al kilo. Al fin y al cabo, a quien le importa? A mí! Pero también sé, que imperfecto como soy, si no vivo y defiendo la ética y los valores, como hicieron nuestros padres, quien entonces ofrecerá excusas a aquellos otros para que sacando mis defectos justifiquen su falta de ética y valores?
Si no soy capaz de decir que alguien está haciendo algo no ético, por miedo a perder su amistad (menuda amistad), o perder oportunidades económicas, entonces mejor me quedo callado tirando piedras y escondiendo la mano. Seguro que defendiendo la ética y los valores entre todos, evitaríamos sanguijuelas que nos chupan nuestras comodidades, evitaríamos vivir como anestesiados ante nuestro planeta=casa que se muere poco a poco, o contra el hambre que se vive incluso a pocos kilómetros de nosotros.
Cuéntanos tu experiencia, cuéntanos ¿Cuándo has vivido una experiencia que iba en contra de tus valores o ética? ¿Quién te apoyó a ser ético o contra los no éticos?
Envíanoslo para que lo publiquemos en nuestros medios (No más de 500 palabras)
Jose L. Menéndez
Presidente

Hoy pan...mañana hambre


La problemática de la integración del emigrante y desaprovechamiento del Coaching.
El gobierno no nos apoya. Mi comunidad no nos ofrece suficiente subvenciones. Mi jefe no permite desarrollarme más o me paga poco. A mis empleados no les importa si a la empresa va bien o va mal. Necesito ganar más dinero para comer.
Todas estas frases las tenemos presente constantemente. Y es que algunos necesitan tener siempre a alguien a quien culpar, pues aceptar la responsabilidad de nuestra situación es muy duro ya que si no tenemos lo que deseamos, debe de ser por culpa del sistema o de otras personas, y si ese culpable tiene nombre, aún mejor, pues así se lo creen más. Total si hoy no como caviar, esor culpa del gobierno que ha prohibido la captura del esturión, o si no me puedo comprar los pantalones que me gusta es porque mi jefe no me sube el sueldo.
No importa a que nivel estemos hablando, muchas personas solo hacen más que responsabilizar a otros de lo que les pasan a ellos mismos.
En números relativos, 1.000.000 de inmigrantes en España, no es una cifra alta. Ahora, si echas un millón de litros de vino tinto en un estanque con capacidad para cuarenta cinco millones de litros, y 44 millones son de vino blanco. Cuanto menos, el tono inicial del color verdoso transparente del vino blanco, se volverá algo más oscuro. Y esto, ni bueno ni malo, existe. Y o lo aprovechamos tal cual, o ya me dirás como vas a separar los colores una vez mezclados. Ocurrió en los Estados Unidos después de su revolución civil, en Inglaterra hacia los años 60-70, en Francia, y en otros países. Ahora le ocurre a España.
¿Y que hago yo (lector) para aprovechar esta mano de obra económica, a veces incluso hasta cualificada, y que no me afecte negativamente? Quiero tener hoy pan sin pensar en las consecuencias de lo que hago, o quiero evitar el hambre mañana? ¿Cómo consigo, como inmigrante o como empleador de inmigrantes, poder alcanzar un equilibrio donde el futuro vaya más allá del pedazo de pan que me llevo hoy a la boca?
Si algo intenta enseñar, la tan mala interpretada filosofía del Coaching, es precisamente a como adquirir concienciación de lo que le ocurre a uno mismo, ya se como individuo o como ente, y de ahí tomar responsabilidad sobre su entorno de influencia inmediata, que suele ser mucho más de lo que nos damos cuenta. Para ello trabajar en grupos ofrece también grandes aportaciones. De echo, el coaching en grupo para el inmigrante, es un gran recurso de integración social y laboral. Ya que a través de la concienciación que se inculca con el coaching, uno alcanza a lograr objetivos superiores a los obtenidos con la formación tradicional.
No es un problema de la empresa, ni tampoco lo es del inmigrante. Lo es mío!
El Coaching, ya sea a nivel gerencial, en casa, en comunidades o por sectores, invita al descubrimiento de uno mismo, y a través de elementos como el manejo de la inteligencia emocional, la influencia del lenguaje o el empleo de estructuras para alcanzar objetivos individuales de integración y logros aporta igualmente la consecución de metas a la organización.
Quizás lo que necesitemos, todos, es tomar más conciencia de lo que está ocurriendo alrededor y mirar más allá del mendrugo de pan que nos llega hoy a las manos, pensando en que si yo actúo, y busco los medios dentro de mis propios recursos, como empleador de inmigrantes o como inmigrante, entonces estaré contribuyendo a mejorar, no solo mi entorno más inmediato, sino el sistema donde he elegido vivir, o me encuentro en estos momentos.