El ser humano a través de la visualización puede acercarse al futuro, por ello, hoy te propongo que cierres los ojos por un minuto para pensar, sencillamente, en dónde te gustaría estar dentro de un año. Se trata de describir una situación ideal en tu mente, centrada en el plano laboral. Es decir… ¿Qué cosas te gustaría cambiar de tu rutina de trabajo? ¿Estás contento con la labor que realizas o aspiras a dar un giro radical a tu profesión? Estas respuestas las encontrarás de una forma clara si escuchas los deseos de tu corazón que te hablan constantemente.

Por tanto, una vez que tengas claro el punto de llegada debes analizar el punto de partida. Es decir, que recursos tienes ahora mismo para llegar a tu meta. Igual que entre dos ciudades existen kilómetros de distancia, en la vida, entre dos situaciones vitales también existe un camino a recorrer. Por ello, simplemente, debes elaborar un plan a trazar para lograr tu meta.

Una vez que sabes cómo hacerlo te sientes mucho mejor contigo mismo, sencillamente, porque el hecho de ponerte en movimiento también te aporta esperanza en vez de hacerte sentir encerrado en una situación sin salida. A lo largo del camino, es posible que aparezca la falta de motivación ante un obstáculo, sin embargo, debes mantenerte firme a través de la ilusión que te aporta lograr tu sueño.

Hablar de sueños dentro del mercado laboral y en plena crisis económica no es una utopía ni una fantasía. El coaching te invita a lograr la mejor versión de ti mismo, es decir, te invita a la superación personal y a ser feliz siendo consciente de que está en tu mano lograr lo que te propongas. O al menos, intentarlo. Hoy día, el coaching triunfa en la empresa. Mucha suerte y no te rindas.